Guía de cuidados después de una extracción dental
Si te han sacado un diente, ¡no te preocupes!
Aquí te vamos a contar cómo cuidar tu boca para que todo se cure rápido y bien.
Muerde la gasa para evitar hemorragias después de la extracción dental
Cuando te extraen un diente tu dentista te hará morder una gasa.
Se debe ejercer presión durante al menos 30 minutos para detener el sangrado y que se forme un coágulo de sangre.
Si después de este tiempo sigue sangrando con abundancia, se debe volver a poner otra gasa y morder durante otra media hora.
Si el sangrado no cesa, llámanos para acudir de urgencia a nuestra clínica dental y darte las indicaciones que hay que seguir.
Cuando quitamos un diente o una muela la sangre empieza a ocupar el espacio donde se alojaba el diente (alveolo).
Es importante que esto suceda, ya que las plaquetas de la sangre ayudan a que se forme un tapón para detener el sangrado.
Este coágulo favorece el proceso de cicatrización y previene la entrada de bacterias.
Las primeras horas son importantes: no puedes escupir ni enjuagarte
Durante las primeras 24 horas después de la extracción dental es muy importante no hacer gestos como escupir, beber con pajita o enjuagarse para limpiarse la herida.
Es normal sentir más saliva en la boca y quizás te incomode, aunque el cuerpo te pida escupir, esa saliva se debe tragar.
Como hemos explicado, el tapón de sangre que se forma tras sacar un diente o una muela nos protege de sufrir infecciones y ayuda a la cicatrización de la herida.
El riesgo que supone no seguir estas indicaciones podría expulsar el tapón que se ha formado y provocaría una nueva hemorragia o otras complicaciones como la alveolitis seca.
Si días después del procedimiento sientes dolor (a parte de las molestias normales de este tipo de intervención) debes acudir para descartar otras complicaciones que se pueden dar después de una extracción dental.
¿Puedo lavarme los dientes después de la extracción dental?
Por las mismas razones que ya hemos dado, lavarse los dientes el mismo día de la extracción no es recomendable.
Es normal sentir un sabor metálico en la boca después de la extracción dental (es el sabor de la sangre), si para ti es muy desagradable puedes beber agua fría para quitarte el sabor (sin enjuagarte), además el frío ayuda con la inflamación de los tejidos y te estarás hidratando.
Cuando hayan pasado 24 horas de la intervención debes cepillarte con normalidad siendo cuidadoso en la encía de la herida.
Hay que cepillar con suavidad para tener una correcta higiene oral y evitar infecciones.
Si te han puesto puntos de sutura, ten cuidado porque es más probable que se te acumule placa y restos de comida alrededor del diente que ya no tienes.
Alimentos que sí se pueden comer después de la extracción dental
Puede que después de la intervención no te apetezca comer nada, pero si tienes hambre evita comer hasta que pase el efecto del anestésico local.
No es que no se pueda comer por la anestesia local, pero al tener el área dormida podrías morderte (si la extracción es abajo).
Lo importante es que el día de la extracción dental no se pueden consumir comidas calientes, toda la comida debe estar fría o a temperatura ambiente.
Aplicar frío nos ayuda a bajar la inflamación que se produce y alivia las molestias.
Lo ideal es comer alimentos suaves y fríos: como el puré, el yogur, la tortilla, el helado y los batidos.
Evita los alimentos duros o crujientes para no irritar la herida.
Es importante mantenerse hidratado, te aconsejamos que bebas agua o té frío, las bebidas carbonatadas o el alcohol no son recomendables el primer día de la extracción.
No hacer ejercicio con esfuerzos físicos
Los primeros días desde la extracción dental son cruciales para asegurarnos de que el proceso de cicatrización es adecuado.
Los esfuerzos que impliquen impacto, cargar peso o agacharte no son recomendables porque podrías expulsar el coágulo y provocar el sangrado.
En principio una extracción dental no es motivo para dar una baja laboral, aunque si en tu trabajo realizas este tipo de actividad física lo ideal sería no realizarlo las primeras horas y realizar otro tipo de tareas que no conlleven un riesgo para tu salud.
Si eres una persona activa puedes dar paseos largos y ligeros, pero sin trote.
Lo ideal es seguir esta pauta los primeros 3 o 4 días posteriores del procedimiento hasta que la herida sane.
No se puede fumar ni beber alcohol (no vale el: por uno no pasa nada)
Los componentes que tiene el tabaco y el alcohol retrasan el periodo de cicatrización y aumenta el riesgo de infección en la zona.
¿Tirarías ceniza en una herida abierta?
El humo del cigarrillo contiene toxinas que reducen el flujo sanguíneo en el área de extracción.
Esto irrita y retrasa la formación del coágulo y aumenta el riesgo de infección ya que disminuye la capacidad del cuerpo para combatir las bacterias y los gérmenes.
Además, fumar aumenta el dolor y la inflamación.
Hay que mantener la zona con una correcta higiene, sin tóxicos que le perjudiquen para no alterar el coágulo.
Por esta razón es importante no fumar ni beber alcohol durante las primeras 24 horas y evitar posibles complicaciones como el alveolo seco.
¿Qué medicación se puede tomar tras una extracción dental?
Tu dentista te puede recetar medicamentos para aliviar el dolor y reducir la inflamación, es importante no automedicarse sin consultarlo antes.
Cuando se pase el efecto de la anestesia puedes sentir molestias, toma analgésicos (como Paracetamol) o algún antiinflamatorio que tu dentista te recomendará, aunque si no se tienen molestias no es necesario tomar ningún tipo de medicación.
En principio, no es necesario tomar antibióticos si tu dentista no te lo ha prescrito antes.
El medicamento que NO debes usar para este tipo de intervención es la aspirina, ya que es un anticoagulante y aumenta el riesgo de sangrado excesivo, si tomas otros medicamentos de forma habitual, consulta con tu dentista.
Dormir con la cabeza elevada te ayuda a controlar las molestias
Siempre recomendamos no realizar extracciones a última hora del día, pero si coincide así deberías intentar acostarte lo más tarde posible.
Cuando te vayas a dormir lo ideal es que pongas una almohada extra para que cuando te tumbes la cabeza no quede al mismo nivel del resto del cuerpo, esto favorece la cicatrización y la sensación de “sentir el pulso” en la zona.
Si tu cabeza está más elevada se reduce el flujo sanguíneo, te ayuda a desinflamar la zona y disminuye la sensación de dolor.
Si te gusta dormir boca abajo, al menos la primera noche tras extraer un diente, es mejor no acostarse en esta postura ya que puede retrasar la curación y provocar complicaciones.
Cuidados sencillos para evitar complicaciones
En general, es importante seguir estas sencillas pautas para que la recuperación sea rápida e indolora, sabemos que no es una experiencia agradable pero esperamos que con estos consejos tengas una pronta recuperación.
Si deseas recuperar la pieza después de que te hayan quitado un diente, siempre puedes buscar alternativas como los implantes dentales (al menos que te hayan quitado las muelas del juicio). No dudes en preguntarnos cuáles son las opciones más adecuadas para ti.
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