Cuando era niña llevé ortodoncia con brackets durante varios años, además de algún aparto gigante para dormir.

Con los años mis dientes se movieron, ya no me gustaba del todo mi sonrisa, pero tampoco me sentía preparada para volver a pasar por  la ortodoncia fija.

Ponerme de nuevo aparatos no era una opción para mi, así que la doctora me ofreció la opción de los alineadores.

Al principio estaba un poco escéptica, pero cuando me mostró cómo son las fundas (se quitan y se ponen) y el resultado de cómo se verían mis dientes después del tratamiento, no tuve dudas.

Es justo lo que estaba buscando.

Mi caso era complejo, ya me avisó de que el tratamiento sería de dos años, pero la verdad, es que se me han pasado volando.

Las visitas han sido rápidas (algunas más que otras) y no he tenido que ir nunca de urgencia por problemas, como me pasaba con los aparatos.

Estoy muy contenta con el resultado, ¡ya me queda poco!

Gracias al equipo por la honestidad desde el primer momento y el trato que me han dado.